Aunque sus miradas no delaten nada |
La memoria pesada pesa sobre William y Harry
Dieron un paso firme. Pero un pesado recuerdo pesa sobre sus hombros.
Los príncipes desfilaron en el funeral de la Reina William (40) y Harry (38) Detrás del Rey Charles Tercero. (73) vía Londres. Desde el Palacio de Buckingham hasta el Westminster Hall, a 1.200 metros, cada paso es también un paso hacia el pasado.
¡Los príncipes conocían el procedimiento! Después de todo, lo han vivido antes: el 6 de septiembre de 1997, hace casi 25 años, cuando siguieron el ataúd de su madre, Diana (36). Dos mil millones de personas los vieron hacer esto. Hasta entonces, el ataúd descansaba sobre un carruaje frente a ellos mientras el cortejo fúnebre avanzaba por Hyde Park.
Todavía eran niños, William 15, Harry tiene solo 12 años. Los trajes parecían muy grandes, las mejillas enrojecidas y los ojos bajos con timidez. Ayer caminaron activa y resueltamente. Los niños se convirtieron en estadistas.
Entonces, como ahora, miles al borde de la carretera compartían su angustia. Justo cuando finalizaba el cortejo fúnebre, estallaron los aplausos en las calles para la reina y el rey, pero también para el heredero al trono y su hermano.
Divididos en la familia, pero unidos en el dolor y la pena en este día.
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