AGustavo Pedro, un político de izquierda y ex guerrillero, logró una sorpresiva victoria en las elecciones presidenciales de junio en Colombia contra un candidato populista de derecha. En la Colombia tradicionalmente conservadora, innumerables periodistas, activistas y políticos de izquierda han sido asesinados por bandas paramilitares de derecha en las últimas décadas y en 2016 más de la mitad de la población rechazó un proceso de paz con exguerrilleros de las FARC. Es casi inimaginable que un exguerrillero en particular sea elegido para el cargo más alto aquí. Pero sucedió. Pedro será el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia.
Además, la victoria de Pedro confirma un desarrollo que ha estado ocurriendo más allá de las fronteras de Colombia durante algún tiempo, a saber, un giro hacia la izquierda en la política de muchos países latinoamericanos. En los últimos cuatro años, candidatos de izquierda han ganado elecciones presidenciales en México, Argentina, Perú y Chile.
Colombia también se ha sumado a este grupo. En octubre en Brasil, el exsindicalista Luiz Inacio da Silva, conocido como Lula, quien fue presidente entre 2003 y 2011, podría ganar una elección contra el actual presidente Jair Bolsonaro. Bolsonaro es famoso en todo el mundo por sus declaraciones antidemocráticas, racistas, misóginas y su temerario desprecio por la deforestación de la selva amazónica.
¿Se volverá rojo el continente?
Si Lula gana -y las encuestas sugieren que las posibilidades son buenas- seis de los países más grandes y económicamente más poderosos de América Latina tendrán jefes de Estado con una agenda de izquierda. Ante este desarrollo, diversos medios internacionales ya hablan del «Continente Rojo», la «Nueva Izquierda» y la «Ola Progresista» en América Latina.
No es la primera vez que se describe de manera similar el panorama político latinoamericano en las últimas décadas. En un continente atrapado entre la desigualdad, la corrupción y las crisis sociales y económicas, las grandes promesas de los políticos mesiánicos, las fases intermedias de la modernización y la persistencia de viejos problemas, su historia ha dado repetidamente la impresión de ser cíclica: la tendencia actual recuerda los primeros años. de este siglo.
En ese momento, varios países de la región estaban gobernados por presidentes de izquierda: Brasil Lula, Argentina Néstor Kirchner y luego su esposa Cristina Fernández, Bolivia Evo Morales, Nicaragua Daniel Ortega, Ecuador Rafael Correa, Uruguay Pepe Mujica, Venezuela Hugo Chávez y tras su muerte en 2013 Nicolás Maduro. . Es bien sabido que Chávez y Maduro han hablado de “socialismo del siglo XXI”, una renovación de ideas izquierdistas trasnochadas, en alusión al antiguo régimen socialista de los hermanos Castro en Cuba. El esfuerzo ha llevado a Venezuela al borde del colapso nacional.
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