Debido a la crisis que rodea a los migrantes en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, la canciller Angela Merkel (CDU) volvió a llamar al gobernador de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, anunció el miércoles por la noche: “En una segunda conversación telefónica con Alexander Lukashenko, el canciller destacó la necesidad, con el apoyo del ACNUR y la Organización Internacional para las Migraciones y en cooperación con la Comisión Europea, de atención humanitaria y opciones de devolución para las personas afectadas «.
El miércoles por la noche, se dijo desde la Oficina Presidencial de Bielorrusia en la capital, Minsk, que Merkel y Lukashenko coincidieron en la necesidad de conversaciones entre representantes de la Unión Europea y Bielorrusia para resolver el problema.
Merkel habló con el dictador durante solo 50 minutos el lunes, por primera vez después de su controvertida reelección como presidente en agosto del año pasado. La agencia estatal bielorrusa, Belta, informó que se habían acordado más contactos.
Debido a la llamada telefónica, hubo fuertes críticas. La Unión Europea ya no reconoce a Lukashenko como presidente. Esto se debe a las denuncias generalizadas de fraude electoral y las acciones de las fuerzas de seguridad contra manifestantes pacíficos y la sociedad civil.
Desde el círculo de Merkel, se dijo que Alemania sigue siguiendo un «enfoque europeo» con respecto a Bielorrusia – y lo más importante: la llamada telefónica de la canciller significa un «no reconocimiento del régimen» por parte del gobernador Alexander Lukashenko.
Los socios de la UE de Alemania lo ven de otra manera. Temen que el dictador Lukashenko y su maestro de Moscú, Vladimir Putin, puedan ver sus políticas reconocidas y confirmadas por la llamada telefónica.
Miles de migrantes se han quedado varados en la frontera bielorrusa-polaca durante días. Según los guardias fronterizos polacos, unos 4.000 refugiados viven actualmente en temperaturas heladas en el lado bielorruso de la frontera. La Unión Europea acusa a Lukashenko de organizar a los migrantes de las regiones en crisis hacia las fronteras exteriores de la UE para presionarlos.
«Evangelista zombi. Pensador. Creador ávido. Fanático de Internet galardonado. Fanático de la web incurable».