Editorial: Sin cerebro de pájaro: un espectro de la ciencia

Ahora me toca a mí hacer una confesión personal: Mi corazón late especialmente por las aves. Me fascina su diversidad y adaptabilidad, la llama de los colores de muchas especies y el canto del ruiseñor y sus asociados. Así que paso mucho tiempo observando acróbatas emplumados y descubriendo la mayor cantidad de información posible sobre su comportamiento y protección.

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