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Vuelos a gran altura, ya sea a la Luna o a través del Atlántico: los primeros astronautas y aviadores arriesgaron sus vidas en atrevidos vuelos y pasarán a la historia como iconos. La primera prueba de la misión Apolo 1 se convierte en una tragedia: tres astronautas mueren. La piloto Amelia Earhart batió muchos récords. Pero intentar volar alrededor del mundo termina en la muerte. El pionero del traje aéreo Franz Reichelt también sacrificó su vida. “Un pequeño paso para una persona, pero un gran salto para la humanidad”, una de las frases más famosas de la historia de la humanidad actual. Dijo Neil Armstrong cuando pisó por primera vez el fino polvo de la superficie lunar desde la escalera del módulo de aterrizaje «Eagle» del Apolo 11. Desde que llegó a la Luna en 1969, ningún ser humano ha puesto un pie en ningún otro cuerpo celeste. Hasta el día de hoy, el alunizaje no sólo se considera una obra maestra, sino que también simboliza la superación de fronteras familiares. La superación de los límites también fascinó a la pionera de la aviación Amelia Earhart: las convenciones sociales y la gravedad no impidieron que la joven obtuviera la licencia de piloto en 1922 y se convirtiera en la primera mujer en cruzar el Océano Atlántico en solitario en 1932. Once hombres y tres mujeres se atrevieron a volar antes que ella. . Pero todos se estrellaron y se hundieron en el Océano Atlántico. Earhart tuvo éxito a pesar de una tormenta que estalló durante la noche, hielo cayendo sobre las alas de su Lockhead VB y una falla de su altímetro. La intrépida aviadora utilizó su fama para defender los derechos de las mujeres. ¿Alguna vez has saltado de un acantilado o de un puente vestido sólo con tu ropa y sin paracaídas? ¿Y si esta ropa fuera un traje aéreo especialmente diseñado? Uno de los primeros y más famosos inventores que arriesgó su vida por su invento fue Franz Reichelt, un sastre austriaco que vivía en París. Su diseño es uno de los primeros precursores del traje aéreo moderno. El primer alunizaje, la tecnología de rayos X, misiones peligrosas, incluso descubrimientos médicos: los investigadores han arriesgado sus vidas por muchos de los grandes logros de la humanidad.