Decenas de miles de personas se manifestaron en la Ciudad de México contra la reforma electoral prevista. Las multitudes corearon «Mi voz no será tocada» en el Zócalo, la plaza central de la capital mexicana, y las calles aledañas el domingo.
El orador principal, el exjuez constitucional Ramón Cosio, acusó al presidente Andrés Manuel López Obrador de querer «controlar el sistema electoral» con la reforma.
Sin embargo, Kozio cree que la reforma será anulada por el máximo tribunal del país. Los partidos de oposición han anunciado que presentarán una demanda contra el proyecto.
El Senado aprobó la reforma electoral el miércoles después de que la Cámara de Representantes la hubiera aprobado previamente. El objetivo de la reforma es hacer más pequeño el Instituto Nacional Electoral (INE) y darle menos dinero. La empresa organiza la elección. López Obrador ha criticado a la agencia por ser demasiado costosa y ha encubierto fraude electoral en el pasado.
La oposición calificó la reforma como un «ataque» a la democracia. Ve amenazada la independencia de la institución electoral y ve la reforma como un intento de darle al actual gobierno de izquierda una ventaja en las elecciones presidenciales del próximo año. El partido de López Obrador actualmente está adelante en las encuestas.
López Obrador ya no podrá presentarse a las elecciones de 2024. La constitución mexicana establece que el presidente puede servir solo un período como jefe de estado. Los presidentes mexicanos cumplen mandatos de seis años. (AFP)
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