Miles de edificios desconocidos: La selva amazónica alguna vez estuvo densamente poblada
La selva amazónica puede contener hasta 24.000 estructuras aún desconocidas de la época precolombina. Esto demuestra que la gente utilizó la zona de forma intensiva y la modificó durante un largo período de tiempo.
© Mauricio de Paiva (detalles)
Restos de estructuras precolombinas en el estado brasileño de Acre. En lugares donde se han talado bosques tropicales, se pueden ver restos desde el aire, pero grandes áreas permanecen sin cartografiar arqueológicamente.
La selva amazónica no es de ninguna manera un bosque que no haya sido tocado por la mano humana, sino más bien un paisaje cultural que ha sido modificado y cultivado por los humanos durante miles de años. Al menos eso es lo que sugiere un estudio en el que un equipo dirigido por Vinicius Peripato del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil ha encontrado 24 estructuras artificiales hasta ahora desconocidas en el Amazonas. Para el estudio ahora publicado en «Science». El equipo cartografió más de 5.300 kilómetros cuadrados utilizando lidar, una tecnología mediante la cual rayos láser pueden determinar con precisión la elevación del terreno incluso bajo un dosel forestal. Basándose en los hallazgos, el grupo de trabajo estimó que aún podrían quedar entre 10.000 y 24.000 estructuras sin descubrir en toda la región amazónica.
Los hallazgos probablemente se remontan a hace entre 1.500 y 500 años. Se sabe desde hace mucho tiempo que existían sociedades complejas y densamente pobladas en la región amazónica antes de la conquista española. Ya conocemos más de 1.000 edificios de culturas precolombinas, algunos de los cuales estaban conectados a antiguas redes de carreteras. Sin embargo, sigue sin estar claro hasta qué punto las comunidades indígenas han cambiado el panorama. Hasta ahora, nadie tiene una buena idea de cuántas estructuras aún quedan escondidas bajo la densa vegetación, y la mayoría de estos descubrimientos hasta ahora se han hecho mediante mapeo en el terreno, que solo cubre áreas pequeñas.
Sin embargo, el mapeo del terreno mediante tecnología lidar ha mejorado enormemente la situación en los últimos años. Esto implica disparar un rayo láser hacia abajo desde el avión y medir la distancia al suelo. La mayoría de los rayos láser son reflejados por los árboles, pero una cantidad suficiente de ellos llega al suelo como para que esta parte de los datos refleje con precisión los arañazos y crestas que aún quedan de las estructuras cientos de años después. Ya en 2022, la tecnología láser en Bolivia reveló ciudades de 1.500 años de antigüedad con pirámides de más de 20 metros de altura que antes eran completamente desconocidas. En particular, estos reconocimientos aéreos permiten mapear grandes áreas y así obtener información sobre la densidad de población pasada de regiones enteras.
Los 5.300 kilómetros cuadrados cartografiados por el equipo representan menos de una milésima parte del área de la cuenca del Amazonas, por lo que los resultados apuntan a una gran cantidad de estructuras aún por descubrir. Esto sugiere que los humanos han estado utilizando y modificando ampliamente la cuenca del Amazonas durante miles de años. Además de las estructuras recién descubiertas, el equipo también descubrió que varias plantas cultivadas, incluidos árboles de cacao, palmeras de durazno y cerezas de Surinam, abundaban más cerca de las ruinas que en otros lugares. Se supone que estos restos de plantas son un indicador de cómo la gente de la región gestionaba los bosques y las tierras, escribió el grupo de trabajo en su publicación.
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