Esta triste historia tiene un final feliz.
Un oso pardo metió la cabeza en un recipiente de plástico durante días en España. Un adolescente encontró accidentalmente al animal e informó a las autoridades.
Según el Ministerio de Medio Ambiente, un vecino de la zona avistó al oso pardo a las 8.45 horas de este miércoles en la zona de Anlares del Sil, en la provincia de León, al noroeste del país. Probablemente el animal buscaba restos de comida, por lo que su cabeza se quedó atrapada en el barril de plástico.
El oso no podía comer, beber ni ver. Las imágenes de vídeo lo muestran desorientado y tambaleándose, moviéndose sin rumbo en círculos y tropezando con piedras.
«El animal estaba desorientado, dando vueltas y sin acercarse al bosque», dijo Borja Martínez. Él fue el hombre que encontró accidentalmente al animal y habló con el diario «El País». «Creo que tenía miedo porque no podía ver y choqué contra los árboles» y me sentí seguro más allá del bosque.
Martínez permaneció con el animal indefenso hasta que llegaron el oficial, la Fundación Oso Pardo y los veterinarios. Los expertos incapacitaron al espécimen macho de 98,5 kg con un dardo tranquilizante, luego le quitaron un bote de plástico de la cabeza y lo examinaron. Le colocaron un collar con un rastreador GPS al oso antes de volver a despertarlo doce minutos después.
Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, no descartó que el oso estuviera en apuros desde hacía varios días. El animal ya estaba algo demacrado. Por lo demás, el oso gozaba de buena salud.
Aunque hay un vertedero de basura cerca, los expertos no creen que el oso haya encontrado el bote allí.
Como suele ocurrir, es posible que haya basura dejada por las personas en la naturaleza.
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