Los coloridos colibríes son las únicas aves que pueden controlar de forma sostenible el verdadero vuelo o tarareo. Esta capacidad es posible gracias a modificaciones especiales en la articulación del hombro, que permiten que el ala genere sustentación tanto en la carrera ascendente como descendente. Comparando las aves con los aviones, los colibríes son los helicópteros entre ellos.
Flotar le da a los colibríes una maniobrabilidad excepcional. También son los únicos en su clase de vertebrados que pueden volar hacia atrás. Mientras vuela, a veces bate sus alas más de 80 veces por segundo, produciendo un zumbido distintivo. Esto les valió el nombre en inglés «hummingbird» («colibrí»).
Flotar es muy costoso: es la forma de locomoción que consume más energía en el reino animal. Casi todas las 360 especies de colibríes se alimentan del néctar de las flores, que contiene mucha glucosa y fructosa. Los músculos de vuelo metabolizan este azúcar de manera muy eficiente, lo que permite a los animales realizar las sofisticadas artes del vuelo. Hasta ahora, los expertos no conocían las características genéticas que subyacen a las correspondientes adaptaciones metabólicas…
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