Cuando The Science Busters apareció en los cines y la televisión de los países de habla alemana en el otoño de 2007, el mundo estaba lleno de pseudociencia y esoterismo. Confundida, la gente se tambaleó en sus vidas. Los curanderos que les prometieron alivio lo pasaron bien y pudieron ganar mucho dinero y apreciación vendiendo gránulos de azúcar como medicina, pinchando los canales de energía imaginarios en el cuerpo humano, prometiendo predecir el futuro mediante horóscopos imaginarios, inventando interpretaciones de sueños y tonterías de Yo-Su-Superego compensa años de “curas”, solo cortar cabello en luna llena, realizar reuniones en lugares de poder internacional, explicar tragedias de vidas pasadas desfavorables, afirmar que se alimenta exclusivamente de luz. ..
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